Bendecidos durante el tiempo de descanso

Devocional diario

Versículo para hoy:

    "Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo 
   con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,"  (Ef 1:3) (RVR 1960)

Lectura Bíblica:
Busca el siguiente pasaje: Números 22:1-15
Dedica un tiempo a la lectura de la Palabra de Dios.

Reflexionemos juntos:
El pasaje que leemos hoy comienza  relatando que todo el pueblo ha estado avanzando y ahora se detienen para acampar.

Han llegado hasta los campos de Moab frente a Jericó. Están muy cerca de la tierra prometida y se detienen para descansar.

Pregunto... ¿No sería mejor seguir? ¿Por qué detenernos si falta tan poco para llegar?

Debemos entender que ellos venían de enfrentar duras pruebas y dos  batallas muy
importantes. Una contra Sehón rey de los amorreos y otra contra Og rey de Basán. (Puedes leerlo en Números 21:10-35)

El descanso es algo muy necesario si quieres seguir avanzando en medio de las luchas de la vida diaria.

No debemos pensar que los tiempos de quietud son un retraso. Estas pausas por el camino deben ayudarnos a reflexionar, recobrar fuerzas y prepararnos para seguir hacia la meta.

En este lugar Moisés dedicó tiempo para enseñar nuevas leyes y para repasar lo que Dios les había dicho en todo el recorrido.

Creo que para Israel este tiempo en Moab sería la oportunidad especial para dialogar y considerar lo que habían vivido.

Todos necesitamos de un retiro espiritual, un tiempo para el descanso y la planificación.
Son esos momentos de bendición donde nuestra alma encuentra alivio y refrigerio.

¿Has pensado en aquellos que seguían vivos a pesar de haber sido mordidos por serpientes venenosas? ¡Qué gran historia tendrían para contar a los demás!.

Pensemos que ellos realmente fueron salvados de la muerte por haber creído en la Palabra de Dios y por mirar con fe hacia la serpiente de bronce que Moisés levantó.

De la misma forma, los que hemos creído en el mensaje del evangelio y hemos puesto la mirada en Jesús, tenemos la salvación, y la vida eterna.

El veneno de la serpiente antigua, que trajo el pecado al mundo, ha sido quitado de nuestra vida y una mejor historia tenemos para contar. Nunca olvidemos que hay muchos más que necesitan el antídoto para salvar sus vidas de la muerte eterna.

Pero este capítulo nos habla de algo más. Podemos ver que Satanás nunca acampa. El no descansa y siempre buscará la manera de maldecir a todo aquel que desea ser fiel al Señor.

Vemos que en Moab un enemigo se prepara para atacar al pueblo escogido. Su nombre es Balac quien se deja llevar por el temor y por el comentario de los demás.

Todo aquel que quiera detener la misión o intente perjudicar al pueblo de Dios terminará frustrado, humillado y quebrantado.

Al comienzo vimos a dos reyes que se negaron a bendecir y ayudar al pueblo de Israel. Ellos fueron destruidos. Ahora Balac también se niega a brindar ayuda y se propone maldecir.

Pensamiento final para considerar:

Nadie puede levantarse y prosperar cuando quiere perjudicar al pueblo de Jehová. Dios prometió bendecir a los que bendicen a Israel.

Esta fue la promesa para Abrahám:

"Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra." (Gn 12:3) (RVR 1960)

Aprendamos junto con Balac que no se puede maldecir a los que son benditos de Jehová.

Que Dios bendiga a Israel y la Paz sea sobre su Pueblo.

Los que hemos creído en Cristo somos parte de ésta nación y por lo tanto heredamos su bendición.

Germán E. Wursten Elmer.

Las citas bíblicas marcadas (RVR 1960) son de la Reina Valera © 1960. El texto Bíblico ha Sido Tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; Renovado © 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado Con permiso.