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El Temor y la Terquedad. Dos obstáculos que nos impiden avanzar.

Devocional diario


Versículo para hoy:
"No entres por la vereda de los impíos, ni vayas por el camino de los malos." (Pr 4:14) (RVR 1960)

Lectura Bíblica:
Busca y lee Números 22:21-35

Reflexión:
Seguimos con el relato que comenzamos ayer.
Habíamos dicho que el pueblo de Dios se detuvo para acampar. Digamos que era como tener un retiro espiritual porque en ese lugar Moisés volvió a enseñarles los Mandamientos Divinos.

Mientras ellos descansaban y reponían sus fuerzas, alguien
los observaba con intenciones perversas.

Un rumor había llegado hasta Balac el hijo de Zipor. Por su manera de actuar vemos que estaba inquieto y lleno de temor. 

Evidentemente se le dijo que todos corrían peligro; que serían atacados y consumidos por este pueblo que se había instalado frente al Jordán.

Si no tenemos cuidado con lo que escuchamos o lo que vemos terminaremos juzgando mal a los demás.

Si lees una vez más todo el capítulo 22 veras que:

Cuando prestamos atención o le damos lugar en el corazón a los comentarios o las noticias que nos llegan por diferentes medios, podemos terminar muy angustiados y deprimidos.

El gran problema es que con nuestro desánimo y malestar afectamos a los demás.

Ya vimos que Balac era el Rey de Moab. El relato nos cuenta como estaba el pueblo luego de las noticias de último momento:
"Y Moab tuvo gran temor a causa  del pueblo, porque era mucho; y se angustió Moab a causa de los hijos de Israel." (Nm 22:3) (RVR 1960)

En realidad no había ninguna razón para temer o preocuparse ya que Dios había dicho a Moisés que no hiciera guerra contra Moab.

Moises estaba comunicando al pueblo de Israel lo siguiente:
"Jehová me, dijo: No molestes a Moab, ni te empeñes con ellos en guerra, porque no te daré posesión de su tierra; porque yo he dado a Ar por heredad a los hijos de Lot." (Dt. 2:9) (RVR 1960)

Por lo tanto la angustia y el temor eran innecesarios.

Si surge el temor examinemos bien qué o quién lo originó. Nunca permitamos que eso afecte la relación con los demás.

¿Qué hizo Balac? Sabía que este pueblo de Israel era victorioso porque tenían la bendición de Dios. Lo único en lo que pudo pensar fue en enviarles alguna maldición. Algo que les impida recibir la ayuda del Señor.

El Diablo siempre busca la manera de lograr que a los hijos de Dios nos caiga alguna maldición. El hace todo lo posible para que se rompa la comunión.

Vemos que Balac llamó a Balaam, un famoso profeta, un vidente que era conocido en la región.

Esta fue la propuesta:


"Ven pues, ahora, te ruego, maldíceme este pueblo, porque es más fuerte que yo; quizá yo pueda herirlo, y echarlo, de la tierra; pues yo sé que el que tú bendigas será bendito, y el que tú maldigas será maldito." (Nm 22:6) (RVR 1960)

El pasaje dice que Balaam consultó a Dios y la respuesta fue: "No vayas"; "No maldigas" es decir "No los sigas en su maldad." (Nm. 22:12)

Pero el profeta pensaba en obtener  beneficios personales, por eso sigue preguntando: ¿Qué debo hacer Señor? ¿Cuál es tu voluntad? ¿Que quieres que haga?

Muchos, como Balaam, buscan disfrutar del beneficio y el placer del pecado sin perder la comunión con Dios y eso es imposible.

Dios no cambia de opinión. Si el ya dijo que no vayas o no lo hagas, no insistas o terminarás muy mal.

Pensamiento final:
La historia Balac nos hace ver que:
Prestar atención a los comentarios sin conocer la verdad produce gran ansiedad y temor sin necesidad.

Por otra parte, cuando perseveramos en hacer nuestra propia voluntad o codiciamos los beneficios terrenales, como Balaam, perdemos el buen sentido, y la capacidad para avanzar.

Es mejor detenerse y escuchar.
Puede ser que Dios nos envíe algún mensaje de una manera muy especial. Alguna lección que nos sacuda para hacernos despertar.

Germán E. Wursten Elmer

Las citas bíblicas marcadas (RVR 1960) son de la Reina Valera © 1960. El texto Bíblico ha Sido Tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; Renovado © 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado Con permiso. 

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