Pensemos en esto:
"Sea bueno, sea malo, a la voz de Jehová nuestro Dios al cual te enviamos, obedeceremos, para que obedeciendo a la voz de Jehová nuestro Dios nos vaya bien." (Jer. 42:6)
Leamos la Biblia:
Busca y lee Números 20:1-12
Si has terminado de leer el pasaje en tu Biblia entonces...
Reflexionemos juntos:
Nuestra lectura y reflexión de hoy está enfocada en el capítulo 20 de donde obtenemos una lección muy importante para nuestras vidas.
Antes considero oportuno mencionar brevemente que
hay otras dos lecciones en los capítulos 18 y 19.
Veamos las tres lecciones para el cristiano:
Primera lección: (ver capítulo 18)
"El que sirve al Señor dedicando toda su vida es digno de recibir ayuda y sustento."
Eso enseñó Jesús en Lucas 10:7
Pablo también escribió:
"Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio." (1Co 9:14) (RVR 1960)
Segunda lección: (ver capítulo 19)
"Solo podemos acercarnos al Señor con una vida limpia."
En aquel tiempo debían sacrificar una animal pero en estos tiempos la sangre de Cristo es más que suficiente para limpiarnos de toda maldad.
El Señor Jesús con su Sangre nos limpia de toda inmundicia. Ya no necesitamos otro sacrificio. Su sangre preciosa nos ha purificado completamente.
El autor de la carta a los Hebreos dice que si la sangre de los animales sacrificados en el pasado purificaban a los inmundos...
"¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?" (He 9:14) (RVR 1960)
Tercera lección: (ver capítulo 20)
"Las mejores bendiciones solo vienen por medio de la obediencia"
En el pasaje que hoy leemos podemos ver que este pueblo tiene una mala actitud y un corazón muy duro, ya que no están aprendiendo de las experiencias vividas en el pasado.
Una vez más se quejan porque no tienen agua. Se dejan llevar por la amargura y reclaman con fervor al líder de la congregación:
Observa el pesimismo del pueblo en Nm. 20:4-5 al preguntar:
"¿Por qué?"... y luego "¿por qué?"
Cuando las cosas no salen como ellos quieren y las necesidades aumentan siempre recurren a la queja, la amargura y la frustración.
¿Tengo la misma reacción cuando las cosas no se dan como esperaba?
¿Estoy acostumbrado a gritar, quejarme y reclamar alzando la voz manifestando públicamente todo el enojo que tengo en el corazón?
Esta es una conducta que trae muchos problemas. Es un pecado que verdaderamente afecta y desanima a los demás. Muchos dicen que están en todo su derecho y buscan la manera de justificar el carácter desagradable que manifiestan al enojarse y reclamar.
El pueblo se ha olvidado que todavía no han entrado porque ellos han pecado. Están vagando insatisfechos por mantener su incredulidad.
En este caso Moisés y Aarón recurren al Señor y reciben una clara instrucción:
"Hablen a la roca y ella les entregará agua en abundancia"
Estas fueron las indicaciones a seguir:
"Toma la vara, y reúne la congregación, tú y Aarón tu hermano, y hablad a la peña a vista de ellos; y ella dará su agua, y les sacarás aguas de la peña, y darás de beber a la congregación y a sus bestias." (Nm 20:8) (RVR 1960)
Creo que Moisés reaccionó por impulso y no prestó la debida atención. No tuvo en cuenta que Dios recibe toda la gloria cuando hacemos las cosas como Él nos pide y que por la desobediencia sufriremos terribles consecuencias.
Por esta razón no pudo entrar en la tierra que Dios le prometió.
Dediquemos el tiempo que sea necesario para escuchar a Dios. Consideremos estas tres lecciones y sigamos su dirección a fin alcanzar su bendición.
Germán E. Wursten Elmer.
Las citas bíblicas marcadas (RVR 1960) son de la Reina Valera © 1960. El texto Bíblico ha Sido Tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; Renovado © 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado Con permiso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comparte tu comentario.