La dicha de reconciliarnos con Dios

Versículo para hoy:

"Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, 
y nos dio el ministerio de la reconciliación;" (2Co 5:18) (RVR 1960)

Pasaje Bíblico para leer:
Colosenses 1:20-23

Reflexionando:
A medida que avanzamos por esta carta de Pablo a los Colosenses podemos ver que está tratando de aclarar bien quién es Jesucristo y por qué vino a este mundo.
Además quiere que cada uno se detenga y verifique si realmente está andando en la ruta correcta.

Ya vimos lo que él está buscando y la razón por la que dedica tanto tiempo a escribir y a
orar: él desea que todos los que han puesto su fe en Cristo anden como es digno del Señor, fortalecidos en la fe, llevando frutos y creciendo en el conocimiento de Dios. (Col. 1:9-12)

Así como en aquel tiempo solo se beneficiarían los que leyeran sus cartas o los que escucharan sus enseñanzas, de la misma forma hoy, solo se benefician quienes dedican este tiempo a leer y meditar en la Biblia.

Los versículos 15 al 18 nos permiten entender quién es Jesús.
Los versículos 20 al 22 destacan la razón por la que vino a este mundo.

En medio de todo esto encontramos la causa principal:
"Por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud," (Col. 1:19) (RVR 1960)

Esto quiere decir que Dios el Padre hizo esta obra tremenda de venir al mundo en la persona de su único Hijo Jesucristo, pero como vemos, no vino solo en parte, sino en su plenitud. Toda la Divinidad tomó forma humana y se presentó en la tierra.

¿Por qué hizo esto?
Porque así le agradó. Es por su voluntad que todo esto sucedió y vemos que esta plenitud de Dios se manifestó a nuestro favor cuando en la cruz murió. Sabemos que Jesús luego resucitó por el Poder del Espíritu, lo cual confirma que la obra fue aprobada.

Todo esto refuerza lo que Pablo sigue diciendo. (Lee el versículo 20).
Solo por medio de Cristo y su sangre derramada en la cruz obtenemos reconciliación. Obtenemos paz con Dios y tenemos libertad para entrar en Su Presencia.

Con relación a esta verdad quiero decir lo siguiente: 
Jamás buscaremos algo valioso con tanto afán, ansiedad o desesperación como cuando nos demos cuenta que lo hemos perdido.

Para ser mas claro quiero darte un ejemplo: 
Mientras piensas que tienes la billetera en tu bolso, o crees que las llaves de tu vehículo están en tu bolsillo, no tienes preocupación y sigues tranquilo pero en el mismo instante que reconoces que algo de esto se ha perdido comienzas a buscarlo sin parar. 
No puedes tener paz hasta que lo encuentras. No piensas en otra cosa.

Hay algo que todos los seres humanos hemos perdido y es la salvación. No tenemos amistad con Dios. Desde nuestro nacimiento estamos separados por causa del pecado y somos extraños y enemigos. (Col. 1:21) 

Solo cuando entiendes tu condición real de enemistad con Dios es cuando buscas con afán alcanzar la reconciliación.

Pablo dice que Cristo vino porque es Dios el busca reconciliarse con nosotros por medio de su Hijo. El problema es que muchos no buscan reconciliarse con Dios porque no se han dado cuenta de lo que han perdido, por eso siguen la vida como si nada hubiera sucedido.

Para algunos todavía hay tiempo, pero para otros ya es muy tarde. 
Cuando reconozcan la pérdida lo lamentarán por la eternidad.

Si confías en tus buenas obras, tu filosofía o tu religión con seguridad no tienes la salvación.

Finalmente si lees los versículos 22 y 23 puedes ver que es Dios el que hace la obra para presentarnos delante de su trono irreprensibles y sin mancha. Esto es por medio del Cuerpo de Cristo. No es posible por nuestros propios esfuerzos.

Todo esto que vimos es realidad si es que verdaderamente has creído en Jesús y le has recibido por la fe.

Espero de corazón que así sea. 

Germán E. Wursten Elmer.

Las citas bíblicas marcadas (RVR 1960) son de la Reina Valera © 1960. El texto Bíblico ha Sido Tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; Renovado © 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado Con permiso.