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Buscando lo celestial.

                                                                     

La necesidad de cambiar la manera de pensar.
                                                                                           

Versículo para hoy:


"Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, 
a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, 
así también nosotros andemos en vida nueva." (Ro 6:4)


Lectura Bíblica:
Ahora es tiempo de leer Colosenses 3:1-7
Por favor recuerda orar y leer la Biblia antes de continuar.

Reflexionando juntos:
He mencionado anteriormente que todos los que hemos aceptado a Cristo como Salvador somos Santos y Fieles. Esa es nuestra posición inamovible. No cambia.

Esto puede llamarnos mucho la atención porque, si somos honestos, en la vida práctica, muchas veces lo que menos mostramos es una
vida de santidad y fidelidad constante.

Cuando Pablo escribe su primera carta a la Iglesia de Corinto dice que se dirige a:


"a la Iglesia de Dios que está en Corinto, 
a los santificados en Cristo Jesús..." (1Co. 1:2)

Sin embargo en esta Iglesia encontramos hermanos que estaban viviendo en pecado.
Tenían la conciencia endurecida y no reconocían que estaban llevando una mala vida.

Pablo dice que eran carnales, pues, había entre ellos varias cosas que son comunes para la gente que vive en el mundo, pero que no deben existir en creyentes espirituales.

Quisiera mencionar algunas de estas cosas porque eso nos ayudará a examinar nuestra propia vida y tiene mucha relación con el pasaje de hoy.

Si lees atentamente las dos cartas que Pablo escribe a los hermanos de Corinto (esos que él llama santificados), puedes encontrar varias características de un creyente carnal: es celoso; tiene envidia; entra en contiendas; disensiones; riñas; discusiones.

Un creyente carnal, además, genera división; murmura; critica; es mentiroso; desagradecido y se queja por todo; pelea por tener el mejor puesto; es materialista; vanidoso; tolera la inmoralidad; se une en matrimonio o se junta en pareja con personas que no son creyentes; comete pecados sexuales como la fornicación y el adulterio, etc, etc.

Podría seguir con la lista pero creo que esto es más que suficiente para que nos examinemos a nosotros mismos.

¿Qué buscamos realmente?
¿Cómo vivimos en este mundo?

Ahora si, volvamos a Colosenses. Los capítulos 3 y 4 de esta carta apuntan a la vida que debe manifestar un creyente espiritual.

Esta sección comienza con una afirmación, una certeza para todo creyente, y está en completa relación con lo que dice en el capítulo 2 desde el verso 11 al 23 donde afirma que hemos muerto con Cristo.

Todo esto se podría decir así:

"Por lo tanto, siendo que, al sumergirnos en las aguas del bautismo reflejamos que hemos muerto con Cristo y al salir del agua manifestamos que hemos resucitado juntamente con Él; dejemos de vivir para el mundo. Busquemos las cosas de arriba.
Coloquemos la mirada en lo celestial y dejemos de mirar lo terrenal".

Así lo expresa Pablo:

"Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.
Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios." (Col 3:1-3)

Esto quiere decir que renovemos nuestra mente. Busquemos el reino de Dios. Cambiemos el enfoque.

Hemos comenzado la vida con Cristo por la fe en su Palabra. Debemos seguir andando por esa misma fe, llenando nuestra mente con su verdad y de esa manera lo terrenal morirá porque no lo alimentamos ni le damos lugar.

Por todo esto quiero animarte a poner en práctica estas palabras dichas por el mismo apóstol Pablo:

"En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, 
que está viciado conforme a los deseos engañosos, 
y renovaos en el espíritu de vuestra mente," (Ef. 4:22-23)

Que Dios te bendiga

Germán E. Wursten Elmer.

Las citas bíblicas marcadas (RVR 1960) son de la Reina Valera © 1960. El texto Bíblico ha Sido Tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; Renovado © 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado Con permiso. 

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