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¿Cómo enfrentar esa misma tentación?




Versículo para hoy:


"Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús." (1Ts 5:16-18) (RVR 1960)


Lectura Bíblica:
Busca tu Biblia y lee Números 11:18 al 25 y luego los versículos 31 al 33.

Reflexión:
Ayer vimos que la gente extranjera mezclada entre el pueblo fue una mala influencia.

Volvamos a leer Números 11:4


"Y la gente extranjera que se mezcló con ellos tuvo un vivo deseo, y los hijos de Israel también volvieron a llorar y dijeron: ¡Quién nos diera a comer carne!" 
(Nm. 11:4) (RVR 1960)

Es fácil echarle la culpa a los demás por nuestros pecados y nuestra frustración pero
la realidad es que el problema está en nuestro interior.

El pasaje resalta que finalmente todos tuvieron  un "Vivo deseo" y esto los llevó a conseguir lo que querían pero como resultado experimentaron la muerte.

Santiago en su carta nos ayuda a identificar, con toda claridad, donde se origina ese deseo que nos arruina:

"Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte." (Stg 1:13-15) (RVR 1960)

Lo que pasó entre el pueblo fue que en lugar de renunciar a los malos deseos, los alimentaron, los dejaron crecer y finalmente el deseo los consumió.

El salmista dice que:
"Se entregaron a un deseo desordenado en el desierto; y tentaron a Dios en la soledad." (Sal 106:14) (RVR 1960)

La concupiscencia de la que habla Santiago es ese deseo intenso de tener o hacer algo. Mayormente se refiere a lo que es negativo, lo que está prohibido o aquello que éticamente está mal.

La misma palabra se utiliza en el décimo mandamiento de la ley cuando dice:
"No codiciarás la mujer de tu prójimo, ni desearás la casa de tu prójimo, ni su tierra, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo." (Dt 5:21) (RVR 1960)

Algunos sinónimos son: anhelo, deseo, codicia, lascivia,
pasión. Es algo tan fuerte que se transforma en obsesión, ansiedad y pasión descontrolada.

En este caso el deseo era llegar a comer carne. Pero en nuestro tiempo podría ser un deseo muy grande por tener algo material, físico o sentimental.
Puede ser que nos enfoquemos en un nuevo celular, un nuevo vehículo, o hasta en tener una pareja.

El mundo nos lleva a pensar que para estar satisfechos y realizados debemos alcanzar lo que otros han logrado y es necesario tener lo que tiene el vecino de al lado.

¿Cómo puedo enfrentar esa misma tentación? 
¿Qué hago para no caer en la queja y la frustración?
Debo mantener la confianza en el Dios que me rescató. 
Debo seguir buscando aquello que Él prometió y debo aprender a estar contento cualquiera sea mi situación.


Germán E. Wursten Elmer

Las citas bíblicas marcadas (RVR 1960) son de la Reina Valera © 1960. El texto Bíblico ha Sido Tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; Renovado © 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado Con permiso. 

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