Versículo para hoy:
"Manzana de oro con figuras de plata es la palabra dicha como conviene" (Pr. 25:11) (RVR 1960)
Lectura y reflexión:
Hoy leemos Números 3:1-16Recuerda la importancia de leer el pasaje. Sugiero que lo vuelvas a leer detenidamente.
Dime... ¿Qué haces, generalmente, cuando compras o recibes de regalo algún electrodoméstico? ¿Eres de aquellos que se apresuran abren la caja, sacan el producto y
lo conectan para probarlo sin antes haber leído las instrucciones?
En muchos casos, algunas personas terminan lastimadas o el artefacto se quema, quedando arruinando, y todo por no detenerse a leer y seguir las instrucciones.
Estas personas creen que saben cómo se utilizan las cosas y las terminan rompiendo porque no han leído el manual.
En muchas oportunidades el problema viene por arrogancia. Hay quienes dicen: "Pero Nooo... ¡Para qué vas a leer el manual! Déjame a mi... yo se como se hace..." y de pronto ¡Bluuum!, ¡¡¡Zas.!!! Se siente olor a quemado y sale humo.
Debo reconocer que algunos pasos a seguir en el manual pueden ser difíciles de entender, y por ese motivo algunos prefieren dejar de lado la lectura y usan las cosas a su manera.
Así nos puede ocurrir mientras leemos algunos pasajes en la Escritura. Hay quienes la dejan de lado. Espero que no sea tu caso.
Hago todo este comentario para decirte que La Biblia es el Manual de Instrucciones del Fabricante. Dios ha creado absolutamente todo en el Universo.
En La Biblia encontrarás toda la información necesaria para la vida diaria y como alcanzar la vida Eterna. Si la ignoras y vives como quieres o sigues tus propias reglas, luego no te quejes... ya lo verás... sufrirás las consecuencias.
El pasaje de hoy nos habla de los Levitas, quienes estaban a cargo de todo lo relacionado al Tabernáculo y el Servicio para Dios y su Pueblo.
Se nos relata, además, para tenerlo presente, el caso de dos personas que ignoraron voluntariamente los pasos a seguir en la obra de Dios.
Eran dos de los hijos del Sumo Sacerdote Aarón. Es decir que eran sobrinos de Moisés.
Tal vez por esta relación familiar tan cercana con aquel que les comunicaba la Ley pensaron que podían hacer las cosas a su manera.
Ser hijos de un líder no tiene por qué hacer la diferencia. Eso no te libera de las obligaciones y las responsabilidades. Delante de Dios todos tenemos que cumplir con la mismas condiciones.
Veamos el relato en Levítico 10
"Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego, sobre el cual pusieron incienso, y ofrecieron delante de Jehová fuego extraño, que él nunca les mandó. Y salió fuego de delante de Jehová y los quemó, y murieron delante de Jehová." (Lv 10:1-2) (RVR 1960)
Para decirlo de otra manera:
Dios tiene sus propias normas y hay que seguir sus reglas
si las ignoras te quemas.
Lo que este capítulo 3 nos enseña es que en el pueblo de Dios hay un orden para hacer las cosas.
Observa algo muy importante: lee Números 3:1, 5, 11, 14, 16
¿Qué tienen en común estos versículos?
En todos vemos que es Dios el que se comunica y da las indicaciones. "Jehová hablo"
Pero en el verso 16 vemos la actitud correcta de todo aquel que quiere hacer bien la tarea: "Moisés obedeció" hizo como el Señor le ordenó.
Deseo que se pueda decir lo mismo de nosotros.
Germán E. Wursten Elmer.
Las citas bíblicas marcadas (RVR 1960) son de la Reina Valera © 1960. El texto Bíblico ha Sido Tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; Renovado © 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado Con permiso.
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