Tres pasos que nos alejan del Señor

Semana 8
La Biblia en un año
Hoy leemos: Números 24:1 al 26:34

Memorizamos:
Proverbios 1:7
"El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza." (Pr 1:7) (RVR 1960)

Hora Silenciosa:
Lectura Devocional:
Marcos 14:66-72

Si llegaste hasta aquí sin haber abierto tu Biblia y sin haber leído el pasaje por favor detente.

Busca Marcos 14:66 al 72 y haz la lectura cuidadosamente. Pídele a Dios que hable a tu vida. Deja a un lado toda distracción para poder aprovechar este tiempo.

El pasaje de hoy nos muestra una vez más lo importante que es prestar atención a lo que el
Señor nos dice y cómo debemos desconfiar de nuestras emociones o sentimientos.

Pedro pensaba de todo corazón que era incapaz de fallarle a Cristo.
El se creía fuerte como para mantenerse firme frente a cualquier tormenta.
La realidad es que no podemos confiar en nosotros mismos o en nuestras decisiones porque, como está escrito:
"Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; 
¿quién lo conocerá?" (Jer. 17:9) (RVR 1960)

Una de las cosas que más nos ponen en peligro y le dan lugar al enemigo es confiar en nosotros mismos.
Repasemos lo que pasó y veamos cuales son los pasos que llevaron a Pedro hacia el fracaso.

1) Dar lugar al Orgullo:
¿Recuerdas cuales fueron las Palabras de Pedro cuando Jesús anunció que todos se apartarían y lo dejarían?
"Respondiendo Pedro, le dijo: Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré." (Mt 26:33) (RVR 1960)

Luego agregó:
"Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré..." (Mt 26:35) (RVR 1960)

Pedro aseguraba que pondría su vida por Cristo y que lo seguiría a cualquier parte. (Jn 13:37)
Jesús le advirtió que no sería capaz de cumplir con lo que prometía.
Es como si le dijera: "No te apresures tanto Pedro. No hables de más. Esta misma noche me vas a fallar. Vas a negar que me conoces".

El orgullo puede llevarnos a prometer cosas que no sabemos si somos capaces de cumplir.

2) Olvidar la Palabra:
Pedro, en la hora de la tentación se olvidó lo que Jesús le enseño.
Claramente vemos que dejó de lado las advertencias
"Y le dijo Jesús: De cierto te digo que tú, hoy, en esta noche, antes que el gallo haya cantado dos veces, me negarás tres veces." (Mr 14:30) (RVR 1960)


3) Descuidar la Oración:
Esa noche tres veces vino Jesús para despertar a Pedro.
Ya le había dicho que se mantuviera despierto, que se ocupara de velar y de orar.
"Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil." (Mr 14:38) (RVR 1960)

Considero que si Pedro hubiera dejado el orgullo a un lado y si no hubiera olvidado lo que Jesús le habló, se habría dedicado a la oración, sabiendo que no sería capaz de enfrentar la tentación.

Vuelve a leer el pasaje y detente para observar que esa noche, Pedro, comenzó a seguir a Jesús, pero ahora lo hacía de lejos. Podríamos decir que ya se estaba apartando. Estos pasos lo llevaron directamente al lugar donde estaba el mayor peligro y se sentó junto a los peores "amigos", los que rechazaban a Cristo.
Marcos lo dice de esta manera:
"Y Pedro le siguió de lejos hasta dentro del patio del sumo sacerdote; 
y estaba sentado con los alguaciles, calentándose al fuego." (Mr 14:54) (RVR 1960)

En ese lugar se presentó la prueba.
Un dato que me llama la atención es que las tres veces que el estaba dormido en lugar de velar y orar concuerdan con las tres veces que lo llevaron a pecar.

Para evitar una caída frente a la tentación eliminemos el orgullo y caminemos cerca del Señor. Estemos atentos a su Palabra y perseveremos en oración.

Germán E. Wursten Elmer

Las citas bíblicas marcadas (RVR 1960) son de la Reina Valera © 1960. El texto Bíblico ha Sido Tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; Renovado © 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado Con permiso.