¡Ten confianza!... El Señor ha oído tu clamor

Semana 5
La Biblia en un año
Hoy leemos: Levítico 11:9 al 13:39

Memorizamos:
Hebreos 11:3

"Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, 
de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía." (He 11:3) (RVR 1960)

Hora Silenciosa:
Lectura Devocional:
Marcos 10:46 al 52

Espera un momento...
¿Te has detenido para orar y pedir al Señor que hable a tú corazón?
Pregunto algo más...
¿Has leído la porción del día de hoy? Es Marcos 10:46 al 52

El pasaje de ayer terminaba con esta declaración de Jesús:

"Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, 
y para dar su vida en rescate por muchos." (Mr. 10:45) (RVR 1960)

El Señor y Rey se despojó de toda su gloria. Se hizo pobre por amor a los pobres. 
Cargó con la culpa y el pecado por amor a los pecadores.
Tomó el lugar de los presos y los cautivos para que puedan salir en libertad y vivir por la eternidad. ¿Qué más se puede pedir?

Hoy podemos ver una vez más su gracia, su amor y su misericordia atendiendo al clamor de un pobre ciego que está mendigando en el camino.

El pasaje nos cuenta que son muchos los que van caminando con Jesús. 
No solo es acompañado por sus discípulos sino también por una gran multitud.
El versículo 36 comienza diciendo: 
"Entonces vinieron a Jericó..." es decir que el Hijo del hombre, el que venía para servir, estuvo en esta ciudad, pero, por lo visto, a nadie le sirvió. ¿Por qué se lo perdieron?

Vemos que el pasaje sigue diciendo: 
"Y al salir de Jericó él y sus discípulos..." (no pasó nada)

Me llama la atención que no se relata ningún milagro dentro de la ciudad. Dice que solo entraron y salieron.
Al considerar esto me imagino que mucha gente estaría ocupada en otras cosas sin prestar atención a lo más importante.
Lo veo como una oportunidad perdida para la mayoría en este lugar.
Es notable como en este tiempo pasa lo mismo. Muchos están entretenidos, ocupados en sus cosas o buscando una salida en otro lado sin entender que Jesús está pasando y tiene poder para salvar. Puede ayudarnos solo si acudimos a Él por la fe.

En Jericó nadie se percató de la presencia del Señor.
Pero al salir de aquel lugar nos encontramos con un hombre diferente.
Bartimeo, el hijo de Timeo, no podía ver. Era completamente ciego, pero no era sordo y sabía aprovechar bien las oportunidades.
Para conseguir sustento no podía trabajar pero conocía el mejor lugar para pedir ayuda.
Sus días los pasaba sentado en el camino pidiendo limosnas. Seguramente escuchaba cuando la gente relataba las historias sobre los milagros de Jesús.
Tal vez en su corazón pensaba ¡Qué bueno sería poder tener un encuentro con este hombre! Ese día su deseo se cumplió.

De pronto escuchó a la multitud. Cuando supo que Jesús estaba cerca comenzó a gritar de forma desesperada:
"¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mi!" (Mr. 10:45) (RVR 1960)

Nadie podía hacerlo callar.
Repetía una y otra vez la misma oración esperando recibir contestación.
¿Cuánto tiempo habrá gritado y clamado? No lo sabemos... pero la respuesta se demoraba y algunos le decían: "Ya no pidas más. No sigas pensando en lo mismo."
Pero en un momento Jesús se detiene y lo manda llamar.
Me llegan mucho estas palabras y pienso en la emoción de Bartimeo al escucharlas: 
"Ten confianza; levántate, te llama" (Mr. 10:49) (RVR 1960)

Esa palabra fue más que suficiente. Bartimeo dejó todo. Tiró su capa, se levantó y por fe corrió a Jesús.
El Señor en ese día cambió su vida para siempre. Le permitió volver a ver. 
Le llenó el corazón de gozo y gratitud. Todo esto vino como respuesta a su clamor.
A partir de ese momento Bartimeo siguió a Jesús a todas partes.

Dime: ¿Has perdido la fe? ¿Has dejado de orar pensando que Dios no te puede contestar?
Hoy levántate como Bartimeo. Derrama tu corazón delante del Señor y pídele que tenga misericordia de ti. Te aseguro que Él ofrece su ayuda y salvación para todo aquel perdido que le busca con fervor.

"Te confianza, levántate, te llama."
No pierdas esta oportunidad de verlo obrar en tu vida.

Germán E. Wursten Elmer.

Las citas bíblicas marcadas (RVR 1960) son de la Reina Valera © 1960. El texto Bíblico ha Sido Tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; Renovado © 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado Con permiso.