Hacer un corte definitivo

Semana 5
La Biblia en un año
Leemos: Éxodo 38:1 al 40:16

Memorizamos:
Hebreos 11:3
"Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, 
de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía." (He 11:3)

Hora Silenciosa:
Lectura Devocional:
Marcos 9:42 al 50

¿Has leído el pasaje?
Necesitamos remarcar algunas cosas muy importantes.
Ayer vimos que Jesús tomó a un niño y lo puso como ejemplo de aquellos que creen y le reciben. Un niño pequeño está dispuesto a ser enseñado. Son como una buena tierra, lo que sembramos en ellos crece. El niño hace preguntas y está interesado en aprender.

Esto nos muestra que Jesús valora lo que muchos desprecian y se interesa por lo que otros descartan. El puede ver lo que otros no ven.

En todo esto que viene sucediendo podemos ver que Jesús quiere transformar algunos pensamientos equivocados que están teniendo los discípulos.

Antes de seguir quisiera mencionar un problema que estaba surgiendo dentro del grupo.
Estaban teniendo algunos conflictos y discusiones, si bien trataban de ocultarlo, es algo que el Señor observaba.

Retrocedamos a Marcos 8:17
"Y entendiéndolo Jesús, les dijo:¿Qué discutís...?" (Mr 8:17)

Más adelante, en Marcos 9:33 leemos lo siguiente:
"Y llegó a Capernaum; y cuando estuvo en casa, les preguntó: ¿Qué disputabais entre vosotros en el camino?

Queda claro que el Señor entiende lo que hablamos, sabe cuando discutimos y peleamos. Estando con Él en casa no podemos ocultar lo que nos pasa.
En este último caso los discípulos se quedan callados. No quieren decir nada. Saben que estaban tratando temas que no convienen y están pensando como piensa el mundo.

Esto me lleva a pensar: ¿Qué temas se tratan en nuestra casa? ¿Qué diría Jesús si se sentara hoy con nosotros para compartir el almuerzo? ¿También nos quedaríamos callados?

Los apóstoles no sabían qué decir. Ellos buscaban alcanzar el mejor puesto sin importar a quien fuera necesario desplazar o pisar.

El orgullo estaba presente.
Primero lo vimos en Pedro cuando quiso enseñarle al Maestro lo que debe o no debe hacer. ¿Lo recuerdas?

Esto fue cuando Jesús anunció por primera vez que le era necesario morir y resucitar. (Mr. 8:31-33)

Pedro tuvo la osadía de sacar a Jesús aparte del grupo para comenzar a llamarle la atención. Quiso censurarlo tratando de impedir que haga la voluntad de Dios. 
No quería que terminara muerto en la cruz. Jesús reconoce que este pensamiento viene del mismo infierno.

Luego vemos otra actitud en Juan que también debe ser corregida.
Vuelve a leer Marcos 9:38 al 41. Es la actitud de orgullo que me lleva a pensar que solo yo estoy bien. Si no estás sirviendo al Señor en mi Iglesia o si no eres parte de mi grupo estas mal. Jesús en su momento reprendió a Pedro y ahora en cierto sentido reprende a Juan.

Ahora termina toda la lección diciendo que hay una recompensa reservada para todo aquel que cuida, sostiene, bendice a alguien porque es de Cristo.

El Señor toma en cuenta lo que se hace por un creyente con generosidad, aunque solo sea darle un vaso de agua.

Pero luego habla de las consecuencias que le esperan al que es motivo de ruina o tropiezo.
El pasaje de hoy nos permite entender que el Infierno es algo terrible, doloroso, asqueroso.
Es algo que está preparado para castigar al malvado que no cree en Cristo y para aquel que nos hace caer.

De este pasaje podemos aprender que hay personas o cosas muy cercanas a nosotros que pueden ser un tropiezo y pueden llevarnos a la ruina. Es necesario que tomemos una decisión radical, definitiva, directa y cortante.
Jesús, de ninguna manera está hablando aquí en forma literal. Puedo quitarme los dos ojos y seguir pecando con mi mente. Nuestra carne siempre tiende hacia el pecado y de nada sirve que nos castiguemos a nosotros mismos.

Lo que se nos dice aquí es que, es preferible perder el contacto, que se corte la conexión, que se elimine todo aquello que nos pueda apartar del Señor.

Aunque sea doloroso debemos cortar con todo aquello que nos lleva a la perdición.

Germán E Wursten Elmer.