El Divorcio. ¿Cuál es tu opinión?

¡Hola! ¿Cómo estas?
Hoy quiero decirte Muchas Gracias por tu interés en leer cada día la reflexión y por seguir con este devocional.
Tal vez ahora mismo no puedas detenerte para leer La Biblia o meditar en el pasaje que nos toca para este día, pero no lo pases por alto.
Te animo a buscar un momento donde puedas estar en completa tranquilidad como para leer y orar.
Siempre digo que lo más importante, para estar firme y seguir adelante, es prestar atención a lo que Dios quiere hablarte.

Semana 5
La Biblia en un año
Leemos: Éxodo 40:17 al 38 y luego comenzamos Levítico 1 al 4

Memorizamos:
Hebreos 11:3
"Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, 
de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía." (He 11:3) (RVR 1960)

Hora Silenciosa:
Lectura Devocional:
Marcos 10:1-16

¿Tienes abierta tu Biblia?
Observa como comienza el pasaje de hoy:

"Levantándose de allí, vino a la región de Judea y al otro lado del Jordán; y volvió el pueblo a juntarse a él, y de nuevo les enseñaba como solía." (Mr 10:1) (RVR 1960)

Jesús estaba al Norte de Israel, en la zona del Mar de Galilea.
Ya vimos que salió a caminar y dedicó un tiempo especial para enseñar verdades fundamentales a los discípulos.

La hora de su partida se está acercando y es necesario seguir dando pasos de obediencia.
Vemos que, en lugar de escapar, se levanta y comienza su viaje hacia el Sur, se dirige a Jerusalén donde estaba el templo y donde se realizaban los sacrificios para perdonar el pecado.
Podríamos decir que "El Cordero de Dios va camino al matadero"

Hay gente del pueblo que se junta y le sigue. En esto tenemos un ejemplo a imitar. Vemos que el siervo de Dios siempre debe estar listo para atender a las  necesidades de aquellos que le buscan y debe aprovechar cada oportunidad para dejar una lección.

El pasaje nos cuenta que también los fariseos se acercan. Ellos vienen con algunas preguntas complicadas.

Los que rechazan a Cristo siempre se arriman por curiosidad y para criticar o juzgar.
Muchas veces, cuando estamos tratando de enseñar el mensaje del evangelio, nos encontramos con personas que comienzan a plantear temas conflictivos y hacen preguntas para ver que pensamos, pero no tienen ni la menor intención de creer en el mensaje, solo buscan que cometamos algún error. Solo tratan de poner en ridículo al orador.

Esto pasaba con los líderes religiosos de aquel tiempo.
Querían comparar el evangelio y las enseñanzas de Jesús con las leyes que dejó Moisés.

En este caso tocan un tema muy controversial.
¿Qué dice Jesús con respecto al divorcio?... ¿Podemos o no podemos romper la relación con nuestra esposa y luego casarnos con otra?

La pregunta nos deja ver que para ellos el matrimonio no era un pacto definitivo.
La mujer era considerada como algo inferior, algo descartable, algo que se puede cambiar cuando ya no satisface mi necesidad.
En lugar de ser amada y valorada, en muchos casos, la esposa era maltratada y menospreciada.

La intención de los fariseos no es aprender y obedecer o seguir a Jesús sino, mas bien, encontrar alguna falla, algo en lo que puedan demostrar que su enseñanza es contraria a la Ley.

El Señor sabiamente les habla del origen de todas las cosas.
Deja a Moisés a un lado y se enfoca en la voluntad de Dios expresada al principio de la creación.
Si prestamos atención podemos ver que Dios solo formó dos tipos de sexos: Hombre y Mujer.

La idea original es que un hombre debe unirse a una sola mujer para siempre y formar de los dos un solo cuerpo. Por lo tanto, esta nueva vida no se puede separar sin causar grandes heridas y sin quebrantar la voluntad de Dios.

La relación siempre prospera cuando el hombre y la mujer se sujetan 
a lo que el Señor ha dicho.
Cuando Adán y Eva dejaron de lado la Palabra de Dios para satisfacer sus propios deseos terminaron pecando y haciendo mucho daño.

Cualquier cosa que hagamos fuera de lo que Dios ya nos ha ordenado traerá malas consecuencias.

Jesús demuestra que el problema está en la dureza del corazón, el orgullo y el egoísmo.
Pensemos en esta verdad: si un hombre y una  mujer se sujetan con humildad a lo que ya está escrito no se tienen que separar.

Termino con las palabras de Jesús:
"Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre." (Mr 10:9) (RVR 1960)

Punto final. Caso cerrado. Para mi,  aquí se termina la discusión.
Lo que cada uno haga, al final, lo tendrá que arreglar con Dios.

Germán E. Wursten Elmer.

Las citas bíblicas marcadas (RVR 1960) son de la Reina Valera © 1960. El texto Bíblico ha Sido Tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; Renovado © 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado Con permiso.