Translate

Cómo soportar la peor pesadilla.

Ora de rodillas en tu peor pesadilla.

”Señor, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.“

(Salmos 18:2)

Hoy me he detenido a leer estas palabras en el Salmo 18 donde David nos deja saber cual fue su actitud al enfrentar una situación espantosa.


Para entender lo que estaba viviendo tenemos que leer un poco más el Salmo y tratar de entender su contexto.


David dice:


”Me rodearon ligaduras de muerte, y torrentes de perversidad me atemorizaron.“ 

Salmo 18:4


Más adelante dice:

”Me asaltaron en el día de mi quebranto...“ 

(Salmo 18:18)


Podríamos decir que David estaba viviendo una pesadilla. Las garras afiladas de Saúl lo perseguían para quitarle la vida. Él sabía que si no corría y se escondía muy pronto lo alcanzarían.

Tiemblan las rodillas

Cuando nos encontramos en medio de una pesadilla nos tiemblan las rodillas. El corazón late acelerado, nuestros pulmones se agitan desesperados, en esos momentos de terror hasta una pequeña hoja que cae nos sacude el corazón y temblamos de pavor. Todo se vuelve atemorizante, y nos sentimos desfallecer cuando las tormentas rugen con su gran poder.


Me he preguntado

¿Cuál fue la actitud de David en medio de la prueba?


El mismo me responde en el Salmo:


”En mi angustia invoqué al Señor, y clamé a mi Dios. El oyó mi voz desde su templo, y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos.“

(Salmos 18:6)


En los momentos más oscuros, cuando todo en la vida se descontrola, es natural que busquemos refugio. Algunos piensan que pueden salvarse con sus propias fuerzas, otros se aferran a lo primero que encuentran, pero solo existe un lugar seguro, un escudo inquebrantable, una torre fuerte hacia donde correr y son los brazos del Padre que tiene todo el poder. 


Jesús, en la hora más tenebrosa de su vida, también clamó a su Padre diciendo:

 

”Abba, Padre, todo es posible para ti; aparta de mí esta copa; pero no sea lo que yo quiero, sino lo que tú quieres.“

(Marcos 14:36)


En su hora más oscura, Jesús se aferró a la voluntad de su Padre. Él sabía que incluso en medio del sufrimiento, el propósito divino se estaba cumpliendo y eso era todo lo que Él deseaba.


En su hora de mayor angustia, Jesús no buscó otra salida, no buscó ayuda terrenal,

sino más bien el abrazo de su Padre Celestial.


Pensemos detenidamente:

Si Jesús, el Hijo de Dios, encontró fortaleza en la oración, encontró consuelo en Dios, ¡Cuánto más deberíamos hacerlo nosotros también! ¿No lo crees?


Cuando el temor, la incertidumbre o el dolor nos abruman, podemos inclinarnos en oración y confiar en que Dios vendrá en nuestro auxilio. No importa cuán oscura sea la noche, el día llegará. Él es nuestro refugio, nuestra fortaleza, nuestro escudo.


"Cuando estés viviendo la peor pesadilla,

solo inclina tus rodillas y grita: ¡PAPÁ!

Te aseguro que Él vendrá y te abrazará.

Con su dulce voz te calmará.

Confía que la noche pronto terminará

y todo esto pasará.

Se acerca el día donde llanto ya no habrá

y el sol siempre brillará."


No estás solo. Dios está contigo.

Recibe mi abrazo fuerte.

German Esteban Wursten Elmer

(Gerwuer)


Te invito a descubrir

La Perla del Navegante ⛵️

Sigue al Buen Capitán





Cuando solo ves líneas oscuras en el plan divino.

 

Versículo para hoy:

Salmos 25:3

»Ciertamente ninguno de cuantos esperan en ti será confundido; serán avergonzados los que se rebelan sin causa.«

(Salmos 25:3)

Lo sé, la situación no es agradable y el futuro no se ve formidable pero me anima saber que, no serán avergonzados aquellos que en Dios han confiado. Es mejor esperar y creer antes que dudar y perecer. 

Admito que no logro entender lo que Dios quiere hacer y muchas veces me pregunto ¿por qué no me quiere responder, por qué no hace las cosas que a mí parecer son para nuestro bien?

Conociendo las historias del pasado y sabiendo cómo Dios ha obrado con aquellos que han confiado llego a la conclusión que lo mejor es esperar sin desmayar.

Lo que Dios tiene pensado es mucho mejor que cualquier cosa que nosotros hayamos planificado.

Debemos creer que Él siempre tiene a la vista el modelo original, por eso vale la pena esperar.

Los trazos que Dios ahora está dibujando sobre el papel se pueden ver muy oscuros y tal vez no lleguemos a entender las medidas que está tomando, pero confiemos que Él sabe lo que está edificando.

Un día entenderemos que nuestros mejores diseños, son como los dibujos de un niño pequeño y todas nuestras ideas tan elaboradas son como la nada frente a las cosas que Dios ya tenía preparadas. 

Sea cual sea tu situación actual, te animo a confiar y esperar. Estoy convencido que Dios terminará la obra que comenzó y bendecirá a todo aquel que en Él esperó.

Hasta la próxima 

Gerwuer 

Amar La Biblia 📖